domingo, 27 de diciembre de 2009

A tu merced, del libro Alma Geminiana


A tu merced

Me descubro hoguera viva,
Rama crujiente que arde
Consumida por el deseo de tu boca...
Flameante llama cuyo destino final
Está a merced de tus manos.
Por eso,
Recórreme,
Huéleme,
Ámame,
Consúmeme...

Apaga la sed de estos labios
en la oscuridad del cuarto,
con la claridad que solo me pueden dar tus besos.
Aprópiate de mi piel cual pirata de un barco,
sin piedad ni contemplaciones.
Tu cuerpo es el muelle donde puedo amarrarme
cuando me acechan furiosas tempestades...
El lugar donde asirme desesperadamente
para saberme tibiamente tuya, aun cuando me adivinas ajena...
Necesito la certeza de tu boca
explorando mi cuerpo, desenfrenada y voraz,
Sin permitirme respiro ni tregua.
Necesito morir en tu fuego, crepitar en un éxtasis sin límites,
antes que ser débil brasa que apenas te alumbre.

No tengo vocación de ceniza a merced del viento.

Sabré desfallecer en la calidez de tu sexo,
con la convicción de haber sido,
al menos por un día, tu más febril incendio.
Ya no importa el después...como en los tangos.
Sé que volvería a embarcarme, en medio de huracanados mares,
Mas allá de los cantos de sirena que presagian naufragios.

Por eso,
Y sin perder más tiempo,
Descúbreme hoguera viva, rama crujiente...
Recórreme,
Huéleme,
Ámame
Consúmeme...
Y estará echada mi suerte.

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Poesía con imágenes y música "Deslices"